Los mantras

Los mantras, esos sonidos en un idioma que no conocemos, que se recitan una y otra vez de manera repetitiva y que en un principio pueden resultarnos raros e incluso inquietantes, son silabas, palabras o frases  en el idioma sánscrito que nos invitan a la introspección.

Envueltos en una forma musical, esos sonidos una vez  pasado el rígido juicio de nuestra mente, nos pueden ayudar a concentrarnos, a liberar y relajar el cuerpo, a establecer una conexión con nuestras emociones y a sentir nuestra parte divina y expansiva.

Como todo lo desconocido, los mantras en un primer momento pueden generar inquietud, y ponernos en alerta  a causa de las connotaciones religiosas, sectarias o simplemente raras con las que esta etiquetado este tipo de temas. Podemos incluso llegar a  vernos en situaciones curiosas, debatiéndonos  entre algo tan aparentemente sencillo como es: ¿canto o no canto?  ¿los escucho o no los escucho?

A veces damos a estos sonidos poderes infantiles, imaginando que el hecho de cantar mantras nos va a quitar la capacidad de pensar o nos van a suprimir nuestra capacidad de decidir y seguir haciendo una vida normal…

Es verdad que los mantras tienen poder,  pero no esconden maleficios o fines tenebrosos que vayan a manipular nuestra voluntad. No nos van a hechizar o hipnotizar absorbiendo nuestra cordura. Su poder, reside en la vibración que producen al pronunciarlos y en que son estructuras de sonido que guardan y transmiten orden y equilibrio.

Cada sonido tiene la misión de activar una energía creadora que esta oculta y sin descubrir, como consecuencia del desorden y el caos que llevamos a cuestas.
Los mantras activan nuestras fuerzas esenciales, todas esas capacidades y valores que están ahí, aunque dormidas o con poca intensidad para manifestarse.
El miedo y todos sus derivados como son: la inseguridad, la rabia, los complejos, la envidia…. son elementos que limitan la expresión del gran caudal creador que tenemos dentro y el mantra con su vibración y melodía, serena todos esos elementos, actuando como un bálsamo que acaricia el dolor de las heridas, dejando paso a la expresión de uno.         

Cuando dejamos de sujetar sin temor, el mantra nos invita a abandonarnos y nos sumerge en un océano interior donde sentimos como se eleva nuestra energía. Nos hacemos conscientes de la limitación de la mente, porque conectamos con la infinitud del alma donde se derriban los muros de las formas, liberándose entonces la más pura esencia del Ser.   

¡Om Shanti!

*Mantra que invoca, activa y despliega energía de PAZ.
Se utiliza como saludo o como despedida, que la Paz te acompañe, ve en Paz ...

Uma - Ana Bañuelos 


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